Cuando llegué a los EEUU, la primera casa en la que viví era una belleza, muy sencilla y de estilo Santa Fe. Todos mis muebles quedaron preciosos, resultando de ello una decoración cálida y elegante. Por motivos ajenos a mi voluntad, la empresa decidió que necesitábamos algo más “representativo”, y aquí empezaron mis problemas. La segunda casa resultó ser un compendio de mármoles, arquitos, columnas jónicas, molduras, lámparas de araña e incluso algún que otro grifo en forma de cisne..... Por mucho que moví los muebles, empezó siendo una horterada, y acabó siendo una horterada.
Todo esto hubiera tenido fácil arreglo si hubiese tenido algún Leroy Merlín cerca. Porque antes de ponernos a comprar escritorios y sofás hay que adecuar la base a nuestro gusto. Las paredes, suelos, cocinas y baños deben reflejar nuestro estilo, y armonizar con lo que luego será el tono de nuestra casa.
Leroy Merlín es lo que yo llamaría una experiencia global. Lo tiene todo. Desde la más pequeña de las necesidades constructivas, como un enchufe, hasta todo lo necesario para montar un baño o cocina siguiendo las ultimas tendencias.
Tienen un departamento de iluminación, con lámparas cada vez de mejor calidad y diseño. En el departamento de suelos lo abarcan todo, desde moquetas de sisal, y maderas de tablón, hasta infinidad de revestimientos cerámicos. Cada necesidad para, crear desde cero, tu cocina o baño ideal, también la encontrarás sin dificultad. Herramientas, materiales de fontanería, electricidad y construcción, conviven con preciosas cortinas y estores, pinturas y papeles pintados....Y no nos olvidemos del jardín con sus herramientas, máquinas y complementos.

Ir a Leroy Merlín es, además, muy divertido. A mi me encanta llegar, coger un carrito, y curiosear toda una mañana los miles de detalles, ideas y soluciones que te ofrecen. El personal es muy atento, y sabe de lo que está hablando, conocen muy bien su departamento, y te asesorarán sobre que hacer en tu casa o jardín, sin ningún compromiso. Incluso te darán información sobre que profesionales te colocarán esa madera tan bonita que acabas de comprar, o la mampara del baño.
Cuando compres una casa, la alquiles, o quieras darle otro aire a la que ya tienes, no te lances a lo loco. Pasa por Leroy Merlín y encontrarás fácil solución a esa moldura de lacitos que dejó el anterior dueño, a esas baldosas naranjas con corazones de los años 70, o a ese suelo blanco tan bonito, que tú pusiste, y que se volvió gris al tercer día. Antes de amueblar, ya lo sabes, decora tu casa.
En DolceCity Madrid: Leroy Merlín