
El hecho de ser pequeño no es incompatible con ser presumido; de hecho, pienso que es una de las etapas en las que más presumidos somos. Y para niños presumidos y que además se quieran divertir, está surgiendo una nueva idea de negocio que parece ser bastante fructífera: las peluquerías infantiles. Entre tijeras y peines conviven peluches y hadas mágicas que transforman un momento genuinamente aburrido en historias divertidas y apetecibles para los más peques.
Un ejemplo es La pelu de Peluka, un espacio por explorar en el que ni mayores ni menores experimentarán el aburrimiento. Abarcan el estilismo capilar de la suave cabellera de niños desde los 0 a los 12 años y la más curtida de la de 13 hasta los 21 años: lavar, cortar, peinar, recogidos especiales, masaje ‘antiestrés’ y hasta spa infantil con peluquería, manicura y pedicura y para quienes lo deseen, le organizan una súper fiesta con disfraces, maquillaje, merienda y un concurso de dibujo con premio para el ganador.

En DolceCity Madrid: La Pelu de Peluka