
Su oferta en tartas, bombones, pastas de té, y alta repostería es toda una tentación, a la que resulta muy difícil no sucumbir cuando se pasa delante de uno de sus coloridos escaparates.
Para completar las opciones dulces tienen también un apartado de bollería que ofrece deliciosas ensaimadas, hojaldres, bizcochos, y un sinfín de variedades para animarnos el desayuno, la merienda, o el momento que hayamos elegido para regalarnos un capricho.
Si eres de los que prefieren los sabores salados, no pienses que te será más fácil resistirte. El completo surtido de canapés, quiches, empanadas, sandwiches, tartaletas y barritas (entre otras muchas delicatessen), consigue contentar a los paladares más exigentes, y resulta una buenísima opción para completar una cena informal, o un aperitivo.
También ofrecen una carta de cocina más tradicional, charcutería, bodega, productos gourmet, y catering. Por si esto fuera poco, tienen servicio a domicilio, y tienda on line.
Si me permitís una pequeña recomendación (aunque vale la pena probarlo todo), los pinchos de dátil y bacon, ligeramente rebozados, y los croissants rellenos de jamón ibérico, están que quitan el sentido. Aunque os advierto ¡Son altamente adictivos! Y de la tarta Sacher, mejor no os cuento...
En DolceCity Madrid: Pastelerías Mallorca