
Un placer de este calibre no ha de estar reñido con el diseño y la sofisticación, como ya ha demostrado Giangrossi. Ahora, Bajo Cero, cuyo primer local ha sido inaugurado recientemente en la cercana Glorieta de Quevedo, invita a los viandantes a abrir la veda heladera en un espacio que no tiene nada que envidiar al restaurante más vanguardista.
Un local blanco, diáfano y minimalista para que sólo resalte los importante: las exquisitas y originales variedades de helado, junto a una pastelería artesanal con estética y texturas de lo más moderno. Los helados aunan la más avanzada tecnología con materias primas naturales para lograr sabores tan sugerentes y atractivos como almendra cruda con vainilla de Tahití, mascarpone con higos macerados o freesa con té a los pétalos de rosa. Que la dieta no le impida disfrutar de estos caprichos. En Bajo Cero no sólo cuidan de nuestro espíritu deleitándonos con sus exquisitos placeres helados, sino que también miran por nuestra salud: sus helados son bajos en grasa.
No hay excusa para sentarse en los cómodos y orginales sofás para regalarse uno de estos ricos y saludables placeres helados.
En DolceCity Madrid: Bajo Cero
Vía | Directo al paladar