
En el barrio de Salamanca, destino soñado de fashionistas, amantes de las grandes firmas y niños bien, no se acepta ninguna concesión a la popularidad. Hasta sus centros comerciales han de hacer gala de exclusividad y elegancia. Tanto el ABC de Serrano como el cercano y más coqueto
El Jardín de Serrano rara vez se verán familias de clase media haciendo la compra semanal en el hipermercado o grupos de adolescentes esperando cola para ver el último taquillazo ‘made in Hollywood’ en un cine multisalas.
El Jardín de Serrano ha de estar a la altura de las grandes marcas que pueblan las cuadriculadas calles del distrito y parecer más un apéndice de La Moraleja que un centro comercial al uso.
Las grandes cadenas de moda como Zara o Mango brillan por su ausencia. De hecho, los artículos ‘populares’ brillan por su ausencia. A El Jardín de Serrano se viene a comprar una joya en Yanes, bisutería de calidad en
Agatha, a enmarcar la última obra de arte adquirida en
Los 4 Ingletes, a añadir un nuevo reloj a la colección en
Lotusse o a apuntarse a la tecnología y el diseño más punteros en
Bang & Olufsen para descansar de tal ajetreo disfrutando de la gastronomía de alto nivel del
Mallorca. En definitiva,
un centro comercial en el que la distinción y el culto al lujo son norma.
En DolceCity Madrid: El Jardín de Serrano