
Refrescante, nutritivo, delicioso… no le encontramos más que ventajas a este alimento inventado por los chinos y, que según dicen, Marco Polo trajo a Europa. No es de extrañar que Italia, patria del célebre viajero, sea cuna de algunos de los mejores maestros heladeros. Uno de ellos, el piamontés Pietro Giangrossi emigró a Argentina, donde creó una cadena de heladerías con su nombre que hace no mucho aterrizó en España con su concepto de helados artesanales elaborados a base de ingredientes 100% naturales.
Con materia prima de lo más selecto, se elaboran helados de alta calidad tanto de sabores clásicos (chocolate amargo, limón, dulce de leche o fresa) como de sorprendentes e insólitas mezclas, cuyos nombres consiguen que se nos haga la boca agua: té de jazmín con gingseng, manzana verde con caramelo, fresas al chantilly, pomelo rosado o zanahoria con mandarina son sólo algunas de estas curiosas combinaciones. Si a ello le añadimos espacios diáfanos de cuidado diseño donde el blanco domina en paredes, cortinas y comodísimos sillones de piel donde sentarse tranquilamente a conversar o leer el catálogo de revistas a disposición del cliente y ya tenemos una perfecta tarde estival en la capital.
En DolceCity Madrid: Giangrossi