
Y no es para menos teniendo en cuenta que estimula las endorfinas, por lo que nos proporciona una agradable sensación de bienestar y felicidad; protege el sistema cardiovascular; sus polifenoles impiden la oxidación de nuestras células dando un portazo al envejecimiento prematuro; tiene fibras, oligoelementos… y para colmo, han descubierto que produce efectos sobre la lipólisis y, por tanto, nos ayuda a quemar grasas… Eso sí, todo esto lo proporciona el chocolate negro, el más puro, sin derivados lácteos ni azúcares añadidos…
Chocolat Factory surge de la idea de un arquitecto belga afincado en Cataluña, rodeado de habas de cacao desde su más tierna infancia, y proveniente de una de las ciudades con más tradición chocolatera. Con gran imaginación y altas dosis de creatividad, reinventa sabores y mezclas con esta materia prima. En sus locales, sencillos y con aires minimales, se hospeda lo más original y suculento de este codiciado elemento: 56 variedades de bombones distintos por su forma y contenido; utilizan habas de cacao de diferentes orígenes como Java, Venezuela o Sao Tomé. En sus locales puedes degustar sus chupitos calientes o mousse de cuatro variedades; fondues de cuatro deliciosos chocolates listas para ser introducidas en el microondas y agasajar a tus invitados; pero además, hacen chocolates a medida: regalos de empresa con logo incluido, invitaciones de boda de chocolate, la escultura de tu cabeza…
En DolceCity Madrid: Chocolat Factory
Anteriormente en el blog: Cacao Sampaka, manjar de los dioses