
Los que me conocen saben perfectamente que tengo un
sweet tooth (literalmente "diente dulce"), lo que significa que
me encanta cualquier cosa dulce. No es de extrañar que desde que llegué a Londres uno de mis principales objetivos era recorrer y encontrar las mejores y más variadas pastelerías de la ciudad que mi bolsillo se pudiera permitir. Más de un año después, si tuviese que quedarme sólo con una de todas las que he probado ésa sería
Bea's of Bloomsbury (naturalmente, mi investigación sigue así que mi elección es susceptible de cambiar en el futuro).
Imaginad un espacio pequeño con sillas y mesas
como de tocador antiguo en tonos marrón y azulado con paredes con papel pintado a juego, un mostrador con vitrinas en el que se puede contemplar
los pasteles más apetecibles del mundo cuidadosamente colocados y al fondo de todo, el lugar de donde salen.
La cocina está abierta y visible para que cualquiera pueda ver cómo trabajan las chefs entre hornos y bandejas. A priori suena como una buena elección para una pastelería preferida, ¿verdad? Para confirmarla basta con pasar por allí y probar algunas de las cosas.
Esta pequeña pastelería independiente de Bloomsbury se especializa sobre todo en
pasteles típicos americanos y británicos: cupcakes, brownies, enormes merengues crujientes,
marshmallows, tartas y dulces típicos de temporada (como
mince pies, galletas, casitas y muñecos de jengibre en Navidad o huevos de chocolate y panecillos en Pascua).
Los brownies elaborados con chocolate Valhrona y el bizcocho de vainilla con crema de fruta de la pasión están para chuparse los dedos, aunque no podría elegir una cosa concreta de todo lo que tienen. Gracias a su éxito hace poco han inaugurado un segundo local en la City al que todavía no he ido pero que seguro que está tan bien como la pequeñita cafetería de Theobald's Road.
Una de las grandes atracciones de Bea's of Bloomsbury es su menú de afternoon tea (té de las 5),
sólo apto para paladares extremadamente golosos. Por un precio bastante razonable por persona (£10 en 2010) puedes degustar
scones (una especie de panecillo o bollo dulce hecho con mantequilla, imprescindible en el
afternoon tea) recién hechas con crema y mermelada caseras, un cupcake y una porción de tarta junto a una selección de mini brownies, marshmallows y merengues, acompañados de una taza de té o café. Los fines de semana por £3 más puedes añadir una selección de mini-baguettes saladas para sustituir a los típicos sandwiches que suelen formar parte de un afternoon tea en condiciones. Eso sí,
la cafetería es tan pequeña y popular que los fines de semana es imprescindible reservar, a ser posible con un par de semanas de antelación. En verano o en los días que hace buen tiempo en vez de sentarte en una de las mesitas tienes la opción de
tomar prestada la cesta de picnic de Bea's y pedir que te empaqueten el afternoon tea para llevar.
Además de los pasteles sirven desayunos y de lunes a viernes almuerzos. El menú de mediodía es distinto según los ingredientes de temporada y lo que el chef prepare. Casi siempre hay disponible una sopa, pasta, ensalada o quiche y un par de baguettes para elegir (con opción vegetariana).
Yo sólo he probado los dulces pero estoy segura que el resto de comida no se queda atrás.
En DolceCity Londres: Bea's of Bloomsbury
44 Theobald's Road, WC1X 8NW
Tel: 02072428330
Bea's of Bloomsbury es una pequeña pastelería independiente que sirve dulces típicos británicos y americanos, comidas caseras a medio día y un menú de afternoon tea (o té de las cinco) sólo apto para paladares muy golosos.