Desde fuera parece que sólo venden ropa con el lema del Trinity College en todas partes, pero una vez entras te das cuenta de que además tienen muchas más cosas.

Una de las tiendas de discos mejor ubicadas de la ciudad (en Temple Bar), tiene la suerte (o la desgracia) de ubicarse donde antes estaba la recordada Freebird Records.

Este local cumple con una de las máximas de Dublín, y, sobre todo, de Temple Bar: ser especial, divertido y modernito. Ahora bien, ¿es realmente único?

House of Ireland es uno de los sitios más refinados, elitistas y, consecuentemente, caros de todo Dublín. Ahora bien, como les lleves regalos de estos a tu familia, te van a sacar a hombros.

El O2 es el recinto para conciertos tochos de la ciudad. Es moderno, es bonito, es cómodo y se oye de fábula. ¿Que le falta tradición? Dale tiempo. Se llega fácilmente y está en un barrio nuevo.

El Café Aroma puede que no sea tu primera elección de la ciudad en cuanto a cafeterías se refiere pero una visita al mismo te devolverá la fe en la humanidad y su capacidad para hacer lates.

Henry Jermyn, situada a muy poquitos pasos de la famosa estatua de Oscar Wilde, es una de las tiendas donde encontrar las camisas, chaquetas y corbatas más elegantes de todo Dublín.

Espacio cultural abierto al público, con espectaculares exposiciones temporales, artistas residentes enseñando y explicando sus obras y, para rematar, un director español manejando el cotarro.

Situado en una de las zonas más vibrantes y estilosas de Dublín, esta tienda de alimentación/restaurante está siempre llena. ¿Será porque vende y sirve la comida más rica de toda la ciudad?

Cientos de dublineses caminando con un café en la mano y otros tantos sentados a la mesa compartiendo una taza con una conversación no pueden estar equivocados. Beber café es indispensable.

Reads viene a adaptar el concepto Día (los supermercados españoles) a los libros: hay muchísimos y baratísimos, pero apáñatelas tú solito para buscarlos. Y no te fijes mucho en cómo están colocados.

Chaquetas, gorras, bufandas, calcetines… y todo tejido a mano. Se trata de una de las tiendas con más clase de Dublín, y lo mejor es que se encuentra en pleno centro.