
En Café Aroma tenemos encantadoras camareras rusas y/o polacas (aquí en el sector de hostelería cunde la mano de obra del este de Europa), decoración moderada y funcional y, sobre todo, un café espectacular. Da gusto pedir un late en Dublín, sabes que lo que llegará no es agua chirri sino un café como Dios manda, con su tacita alta, su cuchara de mango kilométrico y sus distintas capas en la copa (en esa mezcla de espresso y leche calentita siempre se agradece ver una distinción de elementos con la parte superior bien repleta de espumita).

Aparte de cafés, tés y desayunos (tostadas, scones, etc.) también sirven paninis (esas baguettes “prensadas” tan calentitas y ricas), sándwiches bien prietos, sopas y ensaladas; para salir del apuro cuando te rugen las tripas y no quieres seguir andando.

Tienen dos locales, uno en Abbey Street, justo en el lomo del Eason (que ofrece unas vistas interesantes) y otro en el interior de una especie de galería como las de París (he dicho “una especie de” -podéis juzgar vosotros mismos viendo la galería de fotos-) entre Henry Street y el Penneys de O´Connell. Éste segundo tiene dos plantas y un ambiente de lo más acogedor.
En DolceCity Dublin: Café Aroma




