
En fin, que tiene suficientes atractivos y originalidad para que:
1. Nos olvidemos de que arriba está uno de los restaurantes más reputados de la ciudad.
2. Encontremos los libros no disponibles en Eason o Waterstone´s.
Ecléctica y bohemia son dos adjetivos que vienen a la mente cuando se entra en The Winding Stair Bookshop. Hay libros que cuelgan del techo, sofás donde leer mientras te sirves una copa de vino, una máquina de café con una neverita para la leche, recortes de periódicos decorando las columnas, un cofre con libros antiguos donde rebuscar el más barato o el más raro, un antiguo tocadiscos sonando… Vamos, que en un sitio así te leerías hasta el reverso de una caja de cereales. Hasta el reverso tenebroso de una caja de cereales.

No tienen las toneladas de libros de las cadenas comerciales, pero todo lo que tienen es sustancioso y apetecible (y sigo hablando de la librería, no del restaurante): libros de arte y de viajes, de fotografía y de moda, de no ficción e infantiles, etc. Puedes dar vueltas, curiosear, elegir uno, sentarte a leerlo en el sofá… y volver a levantarte para seguir rebuscando joyas.

En cuestión de precios, no es la librería más barata de la ciudad (y mejor no te digo cuanto te cuesta la broma de servirte un vaso de vino mientras lees). La verdad es que en Chapters puedes encontrar muchos más chollos, pero también es verdad que en Chapters no tienen el ambientillo cálido y acogedor de esta pequeña librería, tan bonita y entrañable como llena de libros deliciosos. Una visita imprescindible para cualquier turista o dublinés.
En DolceCity Dublin: The Winding Stair Bookshop















