
Lo que ofrece “Reflection” son cafés por 2 euros. Los habituales que se consumen por aquí: capuccinos, lattes, white coffees y demás; además de otras virguerías como frappucinos, cafés con helado y otros inventos la mar de ricos. Dos euros por un café grande en el centro de la ciudad, créeme, it´s a good deal. Los puedes acompañar, claro está, con una porción de tarta o los pastries de guardia en Dublín: raisins (caracolas), eclairs (pepitos de chocolate), croissants (the same), muffins (magdalenas gordas), etc.

Sirven también comidas y lo llaman “brasserie”, pero no he tenido el gusto de almorzar aquí (los precios de la carta tampoco invitan a ello). Además, tienen una terraza donde puedes perder la sensibilidad gracias a los huracanados vientos irlandeses. No obstante, las vistas de Henry Street son geniales.

Han querido darle a la cafetería un “toque cool” añadiendo modernas “lámparas-bola” y sillas rojas de formas divertidas, pero el sitio no está precisamente a reventar de gente joven y moderna. No en vano Dunnes es la tienda irlandesa de toda la vida. Fundada por Ben Dunnes en 1944 en la ciudad de Cork, Dunnes Stores es una cadena de tiendas 100% irlandesa. Aquí puedes encontrar de todo, desde productos para el hogar a ropa deportiva pasando por regalos para los niños, lencería o tomates para la ensalada.
Anonadado me quedé cuando gente de Málaga me comentó que… ¡allí también tienen Dunnes! Efectivamente, Dunnes Stores también tiene tiendas en España y el Reino Unido.
En DolceCity Dublin: Reflection






