
En esta cafetería de dos plantas tienes dos espacios. El primero, nada más entrar, la “bakery” en sí. Es decir, la panadería. Y ésta es la parte buena de verdad. Tienen unos bollos (donuts, raisins, cupcakes, danish, pavlovas, etc.) espectaculares, por no mencionar esas copas de frutas y nata montada, esas porciones de tarta de zanahoria o esas barras de pan que dan gusto verlas.

Además, tienen una impresionante colección de tartas para llevar, muchas de ellas decoradas para niños, que tienen una pinta riquísima. Sus tartas no tienen la fama de otros sitios como Queen of Tarts o The Cake Café, pero son caseras y baratas, qué más se puede pedir. Si te tomas un bollo o compras unos cuantos para llevar, el sitio es un éxito.

Si avanzas hacia la segunda parte, el local es menos “éxito” y deja un poco que desear. El café que te dan con el desayuno es de máquina (o es uno ya hecho hace eones de tiempo), la iluminación es un poco mala y el sitio carece de encanto. Lo dicho, céntrate en los bollos.
En DolceCity Dublin: Ann´s Bakery










