
Hoy ese establecimiento sigue abierto para que todos disfrutemos de granizados, horchatas y los mejores helados caseros. Es un lugar muy pequeño pero todo el día está de bote en bote. Nadie quiere perder la oportunidad de saborear un poquito del Alaska.
Con cualquiera de las cosas que pidas disfrutarás seguro. No puedes dejar de probar sus tartas caseras o la horchata, que es también de las más famosas. Si vas a desayunar, la cafetería Alaska es también un templo para los cafeteros, ya que su café es uno de los mejores del centro. De su larga lista de sabores de helado yo te recomiendo el de nata o el de yogurth ¡son mis preferidos!
En las tardes de calor bilbaíno lo mejor es un buen paseo (por la sombra) y una parada en la heladería Alaska para repostar. Dos bolas de yogurth con cucurucho de chocolate y ¡a disfrutar!
Laura ha dejado de mirar por los cristales exteriores, y ya no sueña con su tarrina de chocolate. Ahora se deleita con una buena taza de café sentada en una de las pequeñas mesas del Alaska, recordando, con nostalgia, aquellos años en los que tenía que ganarse su tarrina helado.
En DolceCity Bilbao: Heladería Alaska