La culpa de mi pasión por el pata negra la tiene mi abuela. Cada semana aparecía en casa para que merendáramos “jamón brillante” (así le llamábamos nosotros) y ahora ya no tenemos remedio. Nos volvemos locos por esta parte del cerdo ibérico.
Como gran amante del jamón que soy, no puedo dejar de hablar de un establecimiento con mucha historia. En Bilbao Jamones Claudio es una ilustre y popular empresa dedicada a la charcutería. Embutido de la mejor calidad y a precios muy competitivos. Las colas que se forman a la hora del almuerzo son dignas de esperar. Así que en muchos de mis días de compras, la mejor forma de reponer fuerzas es sin duda, una parada a repostar en Claudio.
Su primera apertura fue en 1948. Comenzó como con una tienda en la que vendía jamón y charcutería. Aunque parezca mentira, en aquella época, comenzó con estrategias de marketing como: bocadillos a 3 pesetas, concursos provocadores o cuñas radiofónicas. Provocó a propios y a extraños con sus tácticas, pero todo el mundo terminó por conocerle y por comprar en sus establecimientos. Jamones Claudio se convirtió en lugar de visita obligada.
Hoy sigue siendo una empresa familiar que ha conseguido conquistar el estómago de Bilbao y parte del extranjero. Una tienda en la calle Buenos Aires y otra en la Calle Esperanza te acercan el mejor embutido. Cuentan también con un bar en la calle Esperanza, justo enfrente de la tienda, en el que podrás degustar jamón, lomo, morcilla…de la mejor calidad y a buenos precios.
Si eres un amante de la charcutería, no le eches la culpa a tu abuela. Sucumbe a los encantos del ibérico y disfruta de un bocadillo pata negra.
En DolceCity Bilbao: Jamones Claudio
