En el barrio del Congrés encontramos este bar de tapas y vermutería que sorprende, y seduce, por su excelente producto, amable servicio y un ambiente auténtico para sentirse como en casa.

Con un privilegiado local a pie de playa, el restaurante Barracuda se presenta como una estupenda opción para una paella o un arroz marinero al lado del mar. Ir hasta Castelldefels vale la pena.

En la Gran Vía, cerca de Plaza España, encontramos este coqueto bar que tanto funciona como café para desayunos y meriendas como bar de copas en fin de semana. Su terraza es un plus.

Tras su éxito en Madrid, los restauradores Nino Redruello y Patxi Zumárraga desembarcan en Barcelona con el restaurante Fismuler, un templo del producto de proximidad de calidad.

Con la misma fórmula de éxito que el Federal Café de la calle Parlament de Sant Antoni, este local escondido en un pasaje del Gótico ofrece cocina internacional non-stop y un ambiente relajado.

Iván Castro, del vecino Mont Bar, presenta justo al lado este restaurante informal centrado en tapas clásicas donde regalarse un homenaje con su buen producto. El amable servicio es un plus.

Con su amplia terraza, este bar-restaurante de la parte alta de Barcelona, cerca del Park Güell, es un oasis donde disfrutar de su cocina de mercado con influencias italianas en base a tapas.

Con una decoración cálida y acogedora, Molika Café es el sitio perfecto para empezar con fuerzas la jornada en base a un desayuno con un buen café, o latte (matcha incluido) y sus irresistibles dulces