2017 terminó para mí con una despedida laboral y un nuevo horizonte cargado de proyectos ilusionantes. En ese trance, me invitaron a una comida de empresa en el restaurante Can Bigotis del Poblenou, por lo que acudí allí de buen humor y con las vacaciones de Navidad casi a tocar. Confieso todo esto para contextualizar el relato de mi experiencia allí pues, evidentemente, el ánimo de uno altera las percepciones. Y es que Can Bigotis me gustó, y mucho, y me quedé con ganas de conocer más de su cocina de autor, que ha revolucionado esta parte más alejada del Poblenou desde que abrió en 2014, hace poco más de tres años.
Cuando lo visité pude probar su menú de mediodía, con tres entrantes a elegir y de segundo un arroz, ya que era tal el éxito que tenía siempre entre los comensales que optaron por ofrecerlo cada semana. El primero me encantó. Era una crema de boniato riquísima, espectacular diría, que supuso una bienvenida muy esperanzadora a Can Bigotis. El arroz de segundo, con verduras y carne, también me gustó mucho, ejecutado en su punto, y de ración bien abundante, con lo que más que un menú de mediodía, ¡parecía un festín de fin de semana! Por lo que se veo en sus redes sociales, no solo elaboran arroces con carne, sino que llegan a ofrecer delicias de arroces marineros con centollo… en un menú de mediodía de 13 euros!! No es extraño que se llene día sí, día también.
Es bonito un proyecto como Can Biogits, donde su chef, Beto Pedrós, es originario del Poblenou y ahora comparte en el barrio de toda la vida su pasión por la buena gastronomía a precios correctos. Tiene que ser muy enriquecedor, sin duda. Y, además, teniendo en cuenta que, por el camino, se ha ido el otro socio fundador, y él se ha quedado con las riendas del negocio, dando de buen comer a sus vecinos del Poblenou en base a sus recetas de cocina de autor que fusionan la cocina española con influencias internacionales. Le tiene que ir bien el proyecto pues hace poco ha ampliado el local con una sala anexa de una veintena de comensales que se suma a la sala principal, un espacio sencillo, bañado de luz natural y con un bonito mural en la pared, donde comenzar el ágape con una cerveza bigotuda –la especialidad de la casa, mitad Estrella, mitad Voll-Damm-. Si todo esto te suena muy bien, pero Can Bigotis no te pilla cerca para aprovechar su menú, indicar que también abren por las noches –hasta las 23 h-, y los mediodías de fin de semana. Te aseguro que merece la pena.
En DolceCity Barcelona: Can Bigotis
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