2018 ha empezado con un cambio laboral para mí. He abandonado la zona de Marina en el Poblenou para volver a la incubadora de Glòries de Barcelona Activa. Eso implica buscar y descubrir nuevos sitios para el desayuno y la comida y hoy os presento uno de mis primeros hallazgos: Tartine Café. No es ninguna novedad, pues hace años que abrió puertas en uno de los nuevos edificios de la zona de Glòries cercana a la Torre Agbar. En este tiempo, se ha ganado su hueco en el barrio pues cada mañana se forman colas que hasta dan a la calle para tomar su café.
Con una decoración acogedora y funcional, mesas amplias y buena conexión wifi, Tartine Café es un sitio muy visitado por los vecinos universitarios de la Pompeu y la UB, cuyas facultades animan este barrio. Los precios económicos también ayudan a atraer este tipo de público pues, por entre 2 y 3 euros, uno puede desayunar en base a un buen café y una pasta de bollería o uno de sus sándwiches que te tientan cada mañana. Yo soy una fiel de sus bocadillos porque tanto el pan como el embutido es de buena calidad -mejor que lo que encuentras en cadenas de cafeterías y, sobre todo, a mucho mejor precio-. Pero si preferís lo dulce, también disfrutaréis con sus pasteles, de los que presentan también un buen surtido, y sus pastas.
Además, Tartine Café también es un sitio donde comer algo ligero al mediodía. Tienen ensaladas muy completas además de los bocadillos y otros platos sin complicaciones para una comida rápida. Importante destacar que cierran por la tarde -no hay servicio de cena-, pues este es un sitio que triunfa especialmente en la jornada laboral, entre los ya mencionados estudiantes, oficinistas del barrio, extranjeros que se hospedan en los cercanos hoteles o visitantes del centro comercial Les Glòries. Un café de día que no defrauda.
En DolceCity Barcelona: Tartine Café