Déjà vu es una expresión francesa que hemos adaptado para referirnos a algo que ya hemos visto. Un nombre muy apropiado para esta tienda de muebles y decoración que se dedica a recuperar objetos del pasado para el público actual. Con mucho mimo, escogen cada pieza y lo presentan en una tienda atestada de objetos y muebles a la que ir sin prisas, como en cualquier negocio que trabajan con diseños de décadas atrás. Es cierto que algunos muebles no están en perfecto estado, pues trabajan con mobiliario de segunda mano, pero no hay duda de que se trata de un gran recurso para encontrar diseños especiales, únicos, que pondrán una nota especial a cualquier ambiente.
Fui hace unas semanas en busca de un mueble para el comedor y no triunfé. Lo cierto es que en Déjà Vu parece que tienen más protagonismo objetos de decoración y detalles como bonitas cristalerías antiguas, lámparas, espejos, vajillas y objetos de decoración vintage que no muebles, aunque también tienen su selección. Ellos mismos disponen de taller de restauración y trabajan las piezas para poder ofrecerlas en buen estado. Las sillas y los sillones son lo que más abundan en cuanto a muebles, en cambio, armarios, recibidores y otros muebles de mayor formato no se encuentran entre sus especialidades.
Los objetos antiguos, en cambio, sí son de su expertise. Cada rincón de Déjà Vu exhibe pequeños tesoros como preciosas tazas y platos de cerámica, como los que usan en el vecino café Ugot, que parecen sacados de un cuento. La última vez que fui a la tienda me enamoré de un set de copas de cristal y bandeja plateada muy elegante, objetos bonitos que más allá de su funcionalidad resultan totalmente decorativos. Si te gusta la moda vintage, también cuentan con un pequeño corner con complementos como bolsos, maletas y alguna joya vintage que completa la oferta de esta tienda con tanto encanto.
En DolceCity Barcelona: Déjà Vu