Hace tiempo, recuerdo pasear por delante del antiguo local de Mimi Scholer y entristecerme al no verla ahí. Mimi Scholer es una artesana (o artista) que trabaja la joyería de autor, elaborada con materiales como metal, cuentas de colores, piedras semipreciosas y cristal de Swarovski, que ofrece algo distinto en el competido sector de la bisutería/joyería. Por diseño, es evidente que se trata de joyas pero, por material y por precio, también podría considerarse piezas de bisutería, pues provocan efecto wow sin necesidad de oro ni brillantes, solo gracias a su buen diseño y acertado uso del color.
Hace pocos días me alegró encontrarme con ella de nuevo; ahora en un más amplio local de la calle Carders; es decir, en plena oferta comercial del barrio de Sant Pere. Ahí, es fácil encontrarse con la propia Mimi Scholer trabajando en sus piezas pues todas son hand-made; de ahí, parte de su exclusividad. Es un taller abierto, pues la zona de trabajo convive con la zona de tienda y es lo interesante del local, pues puedes ver la pericia que hay detrás de cada par de pendientes, collar o pulsera. También puedes encargar pequeñas variaciones que te terminan in situ, para llevarte un diseño todavía más único.
Es lo bueno del trabajo artesanal y en Mimi Scholer lo defienden de maravilla. A diferencia del otro local, más oscuro y estrecho, aquí la tienda se abre totalmente a la calle, para formar parte del bullicio de esta zona de la Ribera más auténtica aportando una dosis de diseño y sofisticación. Porque, en medio de pulseras de colores o con calaveras, Mimi Scholer también presenta preciosos collares XXL, que son una de sus piezas favoritas para mí, junto a sus pendientes. Aquí es donde creo que el talento de la joyera brilla más, como ya hacía hace siete años, cuando hablamos de ella por primera vez en DolceCity.
En DolceCity Barcelona: Mimi Scholer
