Desde que a partir de los años 70 del siglo pasado, Ikea exportara la estética escandinava en decoración a todo el mundo, el encanto de la sencillez empezó a apoderarse de hogares alrededor del globo. Diseños prácticos pero también bonitos, de línea simple y con predilección por los materiales cálidos y naturales se han convertido en una corriente con muchos adeptos. Mica Barcelona apuesta por estos valores aunque desde una perspectiva multimarca, seleccionando firmas extranjeras de calidad que aportan una nota de singularidad y estilo a cualquier ambiente.
Su puerta roja de madera es un buen reclamo en el escenario gris de la calle Trafalgar donde se encuentra. En el interior, luminoso y pintado de blanco, destaca la original iluminación con focos individuales a distinta altura, un diseño del equipo de Mica Barcelona, pues también presentan una línea de producción propia. En los diferentes expositores y estanterías, objetos para el hogar de distinta índole: desde juegos de café en colores divertidos hasta cojines, pasando por utensilios de cocina originales y prácticos a la vez. Hay muchos detalles interesantes, porque se nota que cada producto se ha elegido con mimo, y la tienda respira una estética común y coherente.
Me sorpendió encontrarme con libros infantiles en idiomas extranjeros, de edición muy cuidada, que pueden ser un buen regalo para hogares multilingües… o para incentivar el amor por los idiomas desde pequeños. De hecho, los niños tienen un protagonismo especial en Mica Barcelona, pues también presentan juegos de madera y mapas para colorear, entre otras tentaciones. Los adultos también tienen sus dosis de lectura a partir de libros extranjeros, de viajes, tendencias o gastronomía, que conviven con revistas especializadas, detalles que también dan calor al hogar. Y es que cada elemento de Mica Barcelona tiene este propósito y, sin duda, lo consigue.
En DolceCity Barcelona: Mica Barcelona