Hace ya más de ocho años que escribo en DolceCity y durante todo este tiempo no he perdido ocasión de demostrar mi pasión por la moda vintage. Si no estáis familiarizados todavía con el concepto, decir que se trata de moda original de décadas pasadas –por lo menos, se “exige” que tenga más de 20 años de antigüedad-, en buen estado, y cuyo diseño marca el estilo de su época, es icónico y permite entender cómo ha ido evolucionando la moda, y la sociedad, a lo largo de las décadas. Para mí, la magia de la moda vintage es que te permite lucir diseños exclusivos, con mucha personalidad, y, además, que son prendas con su propia historia, a la que vas sumando tu propia experiencia. Cuando encuentras un diseño que te queda como un guante –porque no hay tallas donde elegir, cada prenda es única- es una sensación fantástica, como si hubieras encontrado un tesoro hecho a tu medida y sabes que esa prenda te acompañará para siempre. Por eso, me alegré al descubrir una nueva tienda vintage en mi radar: El Maniquí Vintage.
En realidad, no se trata de una tienda nueva. Al contrario, su dueña ,Silvia Moyano, lleva ya más de una década seleccionando con mimo y pasión las prendas que componen su oferta. Traídas de ciudades como París y países como Italia, donde hay más tradición por la segunda mano y el vintage, presenta una selección difícil de batir en Barcelona, donde, en cambio, no tenemos demasiada costumbre de mirar por el retrovisor de la moda. Me sorprendió encontrarme con prendas de grandes marcas como Thierry Mugler y Max Mara aunque no solo destacan los diseños de firma, pues, como ocurre con el buen vintage, hay muchas prendas anónimas que derrochan el máximo estilo. Y es que en los tiempos en los que todavía no existía el prêt-à-porter, los modistos creaban auténticas bellezas sin necesidad de colgar una etiqueta con su nombre.
Otro punto a favor de la moda vintage es la calidad en los tejidos y el patronaje. Nada que ver con los tejidos sintéticos y prendas de usar y tirar de hoy en día; estas son piezas que, si las cuidas, te pueden acompañar para siempre. No hay más que tocar las prendas para notarlo y en El Maniquí Vintage hay mucho entre lo que elegir para comprobarlo. Visité la tienda hace unos pocos días y su sección principal ya estaba ambientada para primavera-verano con mucho colorido y frescura. Sin embargo, en la sala contigua del local, todavía había prendas de abrigo, así como zapatos y demás complementos, que se reparten aquí y allá, casi como objetos decorativos. Es decir, hay mucho entre lo que rebuscar en El Maniquí Vintage por lo que recomiendo ir con tiempo para poder hacer algún hallazgo interesante. Yo no lo tenía y no pude detenerme bien a encontrar un nuevo tesoro que añadir a mi colección vintage, pero, sin duda, volveré a por él. Sé que me estará esperando… ¡Es magia!
En DolceCity Barcelona: El Maniquí Vintage
