
Como veis, soy fan del vintage, que no hay que confundir con segunda mano. De hecho, una pieza puede ser vintage sin haber sido estrenada, es lo que en el argot se llama dead stock: producciones que no llegaron a venderse en su momento y ahora llegan, impolutas, al público del siglo XXI. No es un tipo de producto demasiado habitual; por eso, la propuesta de Velvet BCN tiene un plus de atractivo. Y es que esta tienda situada en la Gracia menos transitada se especializa en vestidos vintage de primera mano, con una oferta diferente que viene a compensar bajas importantes en la escena vintage de Barcelona como M.O.T.E.L. que echó el cierre recientemente.

No es exactamente lo mismo porque mientras que Elisabet nos traía con su buen gusto piezas de distintas décadas y estilos en una selección siempre impecable aquí la oferta se limita a vestidos –y unos pocos shorts-, haciendo que resulte algo homogénea. Cierto es que cada vestido tiene su propia personalidad, sobre todo cuando se trata de prendas con detalles cuidados como los botones de perla o confeccionados en un tejido original, de los que ya no se encuentran. Pero al optar por centrarse solo en vestidos y, según explica en la web, de los años 40 y 50, al final las siluetas y los cortes se repiten, restando cierto atractivo al conjunto.

Con ello no quiero decir que no merezca la pena. Siempre puedes encontrar un vestido hecho para ti. De hecho, puedes entrar en su web y hacerte una buena idea de lo que ofrecen aunque no es exactamente lo mismo que en su tienda física. Desde un vestido de lino de aire marinero de los años 50 a uno sobrio de cuadros de los 40 o uno mostaza de la misma década con detalles troquelados en las mangas, cada prenda tiene un encanto único que cautiva. Y si ves algo en la web –o vía redes sociales- y quieres probártelo en su tienda, existe también esta opción, una ventaja para las barcelonesas. En mi primera visita, yo no tuve suerte pero me fui inspirada… Hasta el punto que hice otra parada más en mi ruta vintage de la tarde y al final terminé cantando bingo! con una minifalda de ante bicolor de finales de los años 60. Magia.
En DolceCity Barcelona: Velvet BCN