
1. Crees que Barcelona es la ciudad más bonita del mundo y el mejor sitio para vivir: Tiene playa, montaña, cultura, fiesta, gastronomía, shopping y todo lo mejor de las grandes capitales pero a escala humana, de peatón, lo que le da todavía más encanto.

2. Eres un/a enamorado/a del modernismo catalán y te sigues maravillando cada vez que pasas por delante de la Casa Batlló, la Sagrada Família o la Casa de les Punxes, entre tantos otros edificios con magia de la ciudad.

3. Piensas que Sant Jordi es la fiesta más bonita del mundo –porque lo es!- e intentas por todos los medios pasar el 23 de abril en Barcelona, por supuesto, paseando por Rambla Catalunya y la Rambla, comprando el libro y la rosa de rigor.
4. Hablas catalán y lo utilizas indistintamente al castellano. Te divierte ver cómo los turistas extranjeros que nos visitan se sorprenden al descubrir tu lengua (¿es francés? ¿es español?), y lo mismo cuando viajas fuera.
5. Te quejas de que “Barcelona ha sido tomada por guiris” pero ya has aprendido a lidiar con ellos; incluso te hace gracia cuando te preguntan y puedes practicar algo del inglés que aprendiste en el cole.

6. Conoces la idiosincrasia de cada barrio: Para el vermut vas a Sant Antoni, la ropa nunca la compras en el Born más turístico (te cargarán un 30% más de media) mientras que si tienes ganas de ligar te diriges hacia los locales de la alta Diagonal…
7. Solo pisas La Rambla cuando vienen amigos de fuera, o para Sant Jordi, como manda la tradición!

8. Te enorgulleces de que “Barcelona tiene playa” pero nunca vas a la Barceloneta a menos que se trate de comer en algún local de probadas garantías como Can Solé. A partir de la Mar Bella sí que te dejas caer –hay menos gente- cuando no tienes tiempo de salir de la ciudad e ir al Maresme o el Garraf.
9. Cuando sales de noche por el centro, desarrollas un método casi reflejo para esquivar los charcos descomunales derivados de los equipos de limpieza y sus mangueras; eso sí, SIEMPRE te quejas de lo anegadas que están las calles.

10. El pa amb tomàquet es tu religión y no puedes concebir un bocadillo sin tomate untado -¿¿pero qué invento es ese??-.
11. No entiendes por qué al bikini lo llaman "mixto" fuera de aquí, lo que ha provocado alguna que otra anécdota divertida.

12. Te encanta el ambiente de barrio de los mercados municipales, auténticos centros de los distritos, llenos de vida, y donde intentas comprar semanalmente parte de tu avituallamiento.
13. Se te cae la lagrimilla cuando descubres sitios como Ambiente del Sur, donde te dan una tapa gratis con la bebida –en serio? Gratis?!?!-.
14. Sabes que Catalunya tiene buenos vinos pero te pierdes entre tanta denominación y acabas pidiendo sobre seguro: Montsant y Priorat no suelen fallar.

15. Te encantan los panellets y piensas que es una auténtica lástima que solo haya por Tots Sants.

16. El Barça es més que un club y Canaletes es el lugar de peregrinación en éxitos deportivos, sea ganar una Champions o al Madrid por 3-4 con hat trick de Messi.

17. Si llueve parece que se acaba el mundo y ni te apetece salir de casa; si coges el coche sabes que tardarás mínimo 30 minutos más de lo habitual porque Barcelona “no está preparada”. Si nieva, directamente, mejor quedarse en casa; aunque si hay que salir, lo haces equipado con un saco de dormir porque no sabes ni cuándo ni cómo podrás volver.
18. Sabes orientarte a la perfección con las coordenadas “mar-montaña” y Besòs-Llobregat.
19. Te quejas del transporte público pero lo utilizas a menudo porque, en realidad, funciona. Eso sí, evitas por todos los medios el terrorífico transbordo de Paseo de Gracia entre la línea verde y la lila y la amarilla; aunque tengas que hacer tres transbordos más o, peor, ¡coger el bus!
20. Siempre te despides con un “adéu!” –pronunciado “deu!”- estés en Barcelona, en Madrid, Pequín o Nueva York. Sale solo!
Créditos: ara.cat, pinterest, 3viajes.com, thelongsiesta.com, Alison Fisher, Maria Estefanell. Leeabamonte.com, 324.cat
En DolceCity Barcelona: Casa Batlló, Casa de les Punxes, Vinito, Can Solé