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1. Comprar turrones y dulces navideños.
La pastelería La Palma es mi favorita para estos menesteres –el de yema está buenísimo!- aunque podéis acudir a otros clásicos como Farga, Forn Mistral, Baylina y Natcha, por citar unos pocos con plenas garantías.
2. Patinar sobre hielo en Plaza Catalunya.
Tras patinar en la mítica pista del Rockefeller Center de Nueva York a inicios de este diciembre, no puedo más que recomendar un rato de diversión encima de unos patines. ¡Muy fan! A un precio de 9 euros la hora o 7 € los 30 minutos, es un plan mucho más económico que el de la famosa pista bajo la estatua dorada de Prometeo.

3. Visitar (y comprar en) la Fira de Santa Llúcia.
Una de las tradiciones más arraigada entre los barceloneses es pasear por la Fira de Santa Llúcia. ¿El objetivo? Encontrar un nuevo miembro que añadir al Pesebre o un bonito adorno para el árbol o, simplemente, dejarse llevar entre el bullicio y el calor de las paradas.

4. Visitar el Pesebre de Plaça Sant Jaume.
Después (o antes) de la Fira de Santa Llúcia se puede aprovechar para acercarse hasta el tradicional Pesebre de Plaça Catalunya que este año se aleja del clásico nacimiento rodeado de ovejas y pastores para presentar un paisaje urbano de terrazas y azoteas de los años 60 vestidas de Navidad. A pesar de la polémica suscitada, reconozco que a mí me gusta.
5. Comprar productos gourmet para las comilonas navideñas en casa.
Nochebuena, Navidad, Sant Esteve y Fin de Año se suelen celebrar con una buena (y larga) comilona que muchos todavía organizan en casa. Si se puede, merece la pena hacer el esfuerzo por vestir estas comidas con productos delicatesen traídos de templos gastronómicos como Semon o El Club del Gourmet del Corte Inglés de Plaza Catalunya.

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6. Tomarse un buen chocolate a la taza o, incluso mejor, un suizo.
El invierno es el mejor momento de disfrutar de un buen chocolate a la taza para entrar en calor. Aprovecha estos días para darte un homenaje en alguna cafetería típica para esta tarea, ya sea joven como La Nena o más longeva como Dulcinea.
7. Brindar por las fiestas en Boadas.
La mítica coctelería de la calle Tallers celebró su 80.º cumpleaños con una gran fiesta el pasado mes de octubre a la que tuve el gusto de acudir. Una tradición que me encanta es brindar por estas fiestas entre sus paredes de madera y clientela fiel, mientras saludas caras conocidas que se acercan a celebrar estos días con todo el equipo.

8. Disfrutar de una sesión de cine (familiar).
Las largas comidas en familia pueden culminar en una sesión de cine apta para todos los públicos; por lo menos así es cómo terminaban en casa cuando éramos pequeños. Años atrás seguro que me quedaría con Buscando a Nemo en 3D, pero, ahora, más mayor, me tientan títulos con más carga dramática como 12 años de esclavitud (un drama bien interpretado pero sin sorpresas) o La vida de Adèle (todavía pendiente).

9. Sorprende a tu pareja (o a tu ligue) con un conjunto de ropa interior sexy.
Pensando en Fin de Año (o cualquier ocasión que quieras convertir en especial), toca comprarse un conjunto de lencería especial, a ser posible en rojo intenso. Acércate hasta Maduixeta y alucina con las propuestas de Lise Charmel o Baci; seguro que empiezas el 2014 ¡triunfando!
10. Cabalgata de Reyes.
Finalizamos este Top 10 navideño con la actividad que sirve para cerrar el paréntesis de estas fiestas. La tradicional Cabalgata de Reyes adelanta media hora su inicio (el domingo 5 de enero a las 16.30 h) pero seguirá regalando sonrisas e ilusiones a la multitud de niños (y pacientes acompañantes) que querrán acompañar a sus Majestades los Reyes de Oriente.
En DolceCity Barcelona: La Palma, La Nena, Dulcinea, Boadas, Maduixeta