
Se trata de un local alargado con la barra como protagonista de la zona de la entrada, mientras que al fondo hay algunas mesas acompañadas de butacas para aquellos que quieran gozar de más intimidad. Sin embargo, yo me quedo con la otra área, donde los detalles hacen que la mirada no tenga un momento para aburrirse. La lámpara hecha con cassetes antiguos, el televisor analógico con una perpetua carta de ajuste o el mural en la pared son algunas de las curiosidades que hacen de este rincón del Raval un sitio realmente único.

Pero, además, sirven buenos combinados, como el popular gin&tonic que aquí presentan acompañado de distintos aderezos según la naturaleza de la ginebra. Por ejemplo, yo fui fiel a Seagram’s y aquí te lo sirven con jengibre, como debe de ser si uno decide sazonarlo con algo que no sea el clásico twist de limón –no con azafrán como me ha tocado padecer en alguna ocasión-. Así pues, el Cassete Bar da sobradas garantías para celebrar la llegada del fin de semana como se merece. ¡Feliz viernes a tod@s!
Créditos: http://lugaresbarcelona.wordpress.com.
En DolceCity Barcelona: Cassete Bar