
Y es que uno de los reclamos de la Fabra i Coats es su pasado como núcleo industrial del barrio e icono de una época que ya no existe. La nave donde se ha habilitado el equipamiento de creación artística fue construida entre 1910 y 1920 y se compone de una estructura de cuatro pisos en ladrillo visto con dos torres adosadas a la fachada. Forma parte de un complejo industrial mayor, iniciado a finales del siglo XIX gracias a los empresarios Ferran Puig i Gibert y Jaume Portabella con la pionera fábrica Vapor de Fil. La llegada de la empresa británica J&P Coats supuso el salto internacional y convirtieron a este punto de Barcelona en uno de los mayores productores textiles de la primera mitad del siglo XX.

Sin embargo, los años 70 traerían con ellos la crisis y el cierre de industrias en el mapa local, con los consiguientes despidos, marcando el inicio del ocaso industrial de la Fabra i Coats (y de toda Catalunya). En 2005, el Ayuntamiento de Barcelona compró el recinto fabril al completo e inició un proceso participativo con asociaciones y vecinos del barrio que acabó designando el futuro de este icono de Sant Andreu como nuevo centro de creación artística.

Desde entonces la Fabra i Coats ha cedido parte de sus instalaciones a diferentes actividades como la Red Bull Academy así como espectáculos de la Mercè. Hasta que en 2010 empezaron los trabajos de rehabilitación que culminaron a finales de este pasado septiembre, cuando, al fin, abrió sus puertas para toda la ciudadanía. En estos 4.700 m2 disponibles actualmente hay habilitados espacios para la formación, creación y producción artística multidisciplinar que bien funcionan en fórmula de alquiler o residencia, mientras que para la sociedad civil se organizan distintas actividades, siempre con la cultura como denominador común (presentaciones, conciertos, coloquios…).

La fachada iluminada de regalos con motivo de la factoría de los Reyes Magos.
En estos momentos, sin embargo, hay una actividad más festiva ocupando parte de la Fabra: Los Reyes Magos de Oriente han decidido montar allí su factoría de juguetes y almacén y niños y niñas pueden dirigirse desde ayer día de Sant Esteve a entregar sus cartas al paje real que han designado para custodiarlo. Hoy jueves es la inauguración oficial y para celebrarlo se ha montado una “chocolatada” popular para todos los asistentes a partir de las 18 h. Un plan de Navidad que merece estar en la lista de imprescindibles.
En DolceCity Barcelona: Fabra i Coats