
Porque Can Solé no es barato pero lo que pagas, viendo su nivel, uno lo paga con gusto. Ofrece una carta extensa con opciones clásicas de la cocina marinera de siempre -hay unos ocho arroces a elegir, aparte de marisco, pescado del día, etc.- y también hay sitio para platos tradicionales catalanes, como el frincandó o el gran canalón, que gustarán a los clientes de más edad -mi abuela quedó encantada con ellos-.

Nosotros nos decidimos a compartir algunos platos de marisco, todos excelentes, aunque lo que quiero recomendar es el arroz con bogavante, simplemente exquisito. Se nota que tienen una larga tradición en estos manjares y los dominan a la perfección. Sin duda, uno de los mejores restaurantes de la Barceloneta. Una revelación.
En DolceCity Barcelona: Can Solé