
Grey Street –un nombre que sirve de homenaje a sus abuelos- es un pequeño rincón lleno de detalles bonitos, que dispuestos de una manera informal invitan a entrar y curiosear un buen rato, dejándote tentar con gusto. Y es que se trata de piezas inofensivas para la cartera pero vitales para el ánimo pues es muy fácil que logren sacarte una sonrisa por su diseño e ingenio.

En unos muebles reciclados de madera que le dan un aire cálido al local se exponen los distintos artículos que van desde piezas de bisutería hand-made hasta láminas para decorar la pared, pasando por la genial cerámica artística de Vicente Rivera o los artículos de papelería de Ask Alice, con unos kits monísimos que pueden ser un buen regalo.

Además, en el local te puedes tomar un buen café gracias a Marcos y su Satan's Coffe Corner, que anima al visitante a hacer un break en la mejor compañía. Y es que Aimee es un encanto y sabrá explicarte todos los detalles de cada uno de los objetos que tiene. Su intención al abrir la tienda era hacerla un lugar donde niños y mayores pudiesen encontrar objetos graciosos por poco dinero aparte de servir de escaparate al talento local. Por eso hay tantos nombres distintos, cada uno con su propia visión del mundo. Abierta y receptiva, Aimee me comenta que su idea es seguir trayendo el trabajo de nuevos artistas y fomentando la rotación de producto en la tienda. Una postura genial pues promete traernos muchas sorpresas en el futuro. ¡Le deseamos toda la suerte a Aimee y su bonita Grey Street!
En DolceCity Barcelona: Grey Street