
Hace algo más de un año esta tienda pasó a llenar ese hueco con una fórmula sin demasiadas complicaciones con la que es fácil llegar a distintos públicos. Porque a veces a una no le da por buscar un estilismo de diez con el que epatar a quien le rodea, sino que con una camiseta y unos shorts tiene más que suficiente. Ahora que se acerca el verano, además, donde los outfits sin capas ni demasiados elementos son lo que apetece, una tienda como ésta resulta muy práctica pues abundan las prendas de día: shorts básicos, jeans de colores de tendencia –desde el coral al azul pálido-, camisetas divertidas, rebecas caladas…
En definitiva, una moda easy y relajada a precios tal vez algo más elevados que el low-cost pero asequibles. Hablo de los precios porque me llevé para casa unos shorts beige que me picaron un poco al compararlos con prendas de tiendas como Zara y H&M. Pero, claro, aquí tienes la satisfacción de apoyar al pequeño comercio y la verdad es que es gratificante. Tan solo por la atención personalizada de la dependienta –que me sacó todos los pantalones habidos y por haber- ya se nota que pagas más porque también te llevas más de la experiencia. ¡Larga vida al pequeño comercio!
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