
Si me hablaron de Mimi Scholer fue porque estoy en plena época de cumpleaños y las ideas llega un punto que empiezan a escasear. Aunque un detalle de bisutería no es demasiado original, lo cierto es que puede conseguir serlo si se trata de una pieza con carácter, de esas que brillan en cualquier estilismo, hechas a mano y con la exclusividad del trabajo artesanal. Tal es el caso de lo que yo encontré en Mimi Scholer: un vistoso collar que combina el metal con unas discretas cuentas azules en un diseño de líneas puras que gustó a la homenajeada. Todo un alivio aunque la verdad es que iba bastante confiada pues el trabajo de Mimi Scholer es de esos a los que no le faltan atributos para gustar.

Aunque lo que yo elegí era un collar de generosas dimensiones, lo que más abunda en la tienda son las piezas pequeñas; en especial, los pendientes, de los cuales encontraréis una amplísima oferta. El metal de la estructura se combina con cuentas de colores, pequeñas calaveras o motivos florales en diseños únicos y detallistas que siempre supondrán un plus. El estilo es homogéneo en todas las creaciones, demostrando un hábil dominio del color y la proporción, ya sea en los citados pendientes como en colgantes que culminan con una carpa china o pulseras que se cierran con imán. Merece la pena ir con tiempo para poder asimilar toda la oferta y encontrar algo que realmente te haga tilín. Si además, tienes la "suerte" de que haya poca gente en la tienda, como me ocurrió a mí, podrás disfrutar de un trato muy amable y cuidadoso, envolviéndoos el regalo con mucho mimo y gusto. Una experiencia de diez.
En DolceCity Barcelona: Mimi Scholer