Paseando por el centro reparé en un local de entrada acristalada en cuyo interior se podían ver unas intrigantes tanques con agua para el cuidado de los pies. Pregunté de qué se trataba y me explicaron que era un centro de belleza dedicado a la ictioterapia, un tratamiento de belleza que se sirve de unos pequeños peces sin dientes, llamados garra rufa y originarios de Turquía y el Medio Oriente, que se comen las impurezas y capas muertas de la epidermis de los pies. Además, liberan la enzina diathanol que deja la piel rejuvenecida y fresca con lo que la apariencia y tacto de los pies mejora tras un primera visita.Había visto algo parecido en un local del Gótico, muy cerca del bar Andú, pero no me había atrevido a preguntar. En el centro AquaBliss, en cambio, la luminosidad del local y la transparencia del negocio animan a dejarse mimar y probar algunos de sus tratamientos. Yo no lo tenía previsto y me eché para atrás aunque la verdad es que te lo ponen fácil pues presentan tratamientos para diversas necesidades: Desde la pedicura AquaBliss Exprés de solo 15 minutos hasta la AquaBliss Extravagance de 30 minutos + un masaje de pies para una experiencia de lo más completa.
Por lo que he podido saber navegando por Internet lo más recomendable para notar resultados es optar por la sesión de 30 minutos y, como en cualquier otro tratamiento de belleza, ser constantes. Tal vez los efectos no son tan contundentes como una pedicura tradicional a fondo -que también ofrecen en AquaBliss, por cierto-, pero la sensación de relax y el estado de los pies sí mejoran sensiblemente. ¿Te animas a probar los servicios de estos pequeños doctores con aletas?
En DolceCity Barcelona: AquaBliss Fish Spa
