
Pero empecemos presentado el hotel. Este se halla en un edificio histórico construido en los años 20 y de fachada neoclásica que se alza en plena Via Laietana, la bulliciosa vía que une el centro con el Born y, luego, el mar. Sin duda, una ubicación privilegiada para todo aquel turista que busca cercanía con el litoral, aunque sin alejarse demasiado del centro, una situación estratégica para sacar el máximo provecho de una estadía en nuestra ciudad.

Cuenta con 74 habitaciones –desde la estándar hasta la suite-, todas dotadas de la última tecnología y decoradas en líneas sobrias pero cálidas. Uno de sus atractivos es el servicio de “Habitación a la Carta” con el que el cliente puede personalizar distintos aspectos de la habitación, desde las sábanas, hasta los productos de baño o alquiler de portátil e iPad.

El restaurante Saüc que tantas alegrías nos brindó desde el tranquilo pasaje Pellicer –aún recuerdo ese sabrosísimo atún- se traslada ahora aquí pues su chef, Xavier Franco, es el responsable de la oferta gastronómica de todo el hotel, desde la carta del restaurante hasta los snacks del Bar Boutique o el servicio de habitaciones. Una apuesta segura pues Franco, con una estrella Michelin, es conocido por una cocina que apuesta por no esconder una materia prima excelente, con toques creativos, pero sin resultar demasiado extravagante. La piscina en el último piso, con impresionantes vistas de la ciudad, es otro de los atractivos de este nuevo hotel urbano que intentará buscar su hueco en la ciudad.
En DolceCity Barcelona: Ohla Hotel