
María Vives –hermana del empresario Enric Vives, dueño del Bulevard Rosa- es la responsable de este nuevo proyecto que marca la diferencia con otras tiendas de alimentación de la zona, como Quílez o La cuina d’en Garriga –de la que os tengo que hablar- por la gran variedad que incluyen sus más de 1000 referencias y por disponer de una zona de cafetería en la que degustar ligeros tentempiés con los productos del mercado. Su estética, inspirada en un mercado tradicional pero añadiéndole un twist moderno gracias al uso del cristal, es otro de los puntos a su favor pues invita a entrar y curiosear entre todos sus productos (y, por supuesto, a llevarse algo o hacer la compra entera).
Si se accede desde la calle uno se encuentra en primer lugar con la zona de degustación y luego ya entra de lleno en el mercado, empezando por su extensa bodega, que incluye más de 100 vinos y 40 cervezas. Tras abandonar la zona de bebidas se llega a la de alimentos y uno puede fácilmente perderse entre los olores que emanan de su horno de pan artesano y la zona de charcutería al corte; los colores de sus estanterías de fruta y verduras; o entre las texturas que se adivinan de sus muchas tentaciones para el paladar. Yo me fijé especialmente en la selección de quesos, pues son mi perdición, aunque la verdad es que todo tenía muy buena pinta. Además, desde Mary’s Market quieren que sea un espacio vivo, en constante movimiento, y por ello organizan actividades gastronómicas como presentaciones de productos, catas, maridajes, etc. Un espacio para sacar al bon vivant que todos llevamos dentro y que nos puede ser de mucha ayuda ahora que se acercan fiestas y hay que agasajar a los invitados. ¡Bienvenido!
En DolceCity Barcelona: Mary's Market