COOLWAY trae su calzado juvenil low-cost a Barcelona

Hace ahora más de un año estuve trabajando en una revista juvenil y, aparte de encargarme de otras secciones, llevé la de Moda durante una temporada. Reconozco que, aunque ducha en grandes marcas y diseñadores de vanguardia, había algunas firmas dirigidas a este público que no había visto antes de trabajar en este medio como, por ejemplo, Coolway, la protagonista del post de hoy. Ni idea de su existencia y mira que lleva tiempo desatando la locura entre el público adolescente por su sabia conjugación de diseño, comodidad y precios low-cost. Dado que a mí me pilla un poco lejos en cuanto a horquilla de edad, no me interesé demasiado sobre ella entonces pero cuando me enteré de que en breve abriría punto de venta propio en Barcelona seguí la noticia con interés.


Coolway ya se vendía en Barcelona en numerosas tiendas multimarca, como Ulanka, pero no ha sido hasta este mes de octubre que ha inaugurado su primera tienda propia en la ciudad, concretamente en la parte baja de Portal de l'Àngel. Su estilo fresco, joven y desenfadado para chico y chica lo hace una opción muy competitiva para el público adolescente que quiere ir a la última y que se preocupa por su imagen. Además, los precios son muy asequibles con modelos alrededor de los 20-30 €. Su abanico de estilos incluye desde el más deportivo –tienen una línea completa de zapatillas- hasta bailarinas y peep-toes para ellas o las botas de aire militar con versiones para los dos. La tendencia hace mella en botines forrados de borrego, por ejemplo, aunque la mayoría de modelos sigue apostando por las sempiternas tachuelas que parecen no abandonarnos aunque el brillo de Decarnin se esté apagando.


Con precios low-cost la calidad es mínima, (y en la mayoría de casos se nota a la vista, y al tacto) pero puede ser un buen recurso para darte un capricho sin remordimientos y no solo si eres teen. Por ejemplo, una amiga y yo hemos entrado a la tienda y a ambas nos han gustado unos zapatos de estilo Oxford, planos, disponibles en cuatro tonos –el marrón el más logrado- que seguro no desentonarían con mis estilismos y que estaban bastante logrados. Aunque debo reconocer que la mayoría de modelos no casan conmingo, sobre todo, los tacones que encuentro de lo más impersonales. Supongo que es lógico pues a esa edad uno aún se está encontrando –bueno, digamos que empieza el camino de conocerse que le acompañará toda la vida- y tal vez no quiera sentar cátedra con sus looks, sino sencillamente divertirse y ligar, no lo olvidemos. Y seguro que con unos zapatos Coolway logra ambos objetivos.


En DolceCity Barcelona: Coolway