A ello contribuye esencialmente el currículum de su propietario, pues se ha curtido muchos años en la que antes era considerada la número uno: Boadas. En Cooler ha trasladado su savoir-faire en esta disciplina milimétrica del mezclar y agitar, así como la actitud de discreción y profesionalidad que se le supone a todo buen barman. Bueno, y también, su alucinante colección de cocteleras que te dan la bienvenida antes de entrar. En total son dos detrás la barra, siempre dispuestos a aconsejarte si no tienes claro qué pedir.
A diferencia de otros locales de este tipo, Cooler destaca por su luz y sus colores claros en la decoración, lo que lo hace el sitio ideal para los no iniciados, pues no impone tanto como otros. Puedes elegir sentarte en alguna de las mesas de la entrada para mayor comodidad, o bien en algunas de las altas que hay al final del local. Incluso, si vas en grupo y buscas intimidad, tienen un privado situado al fondo. Aunque, personalmente, yo te aconsejo que cojas asiento en la bonita barra de cristal y mármol –siempre impecable- y te des el gusto de observar cómo trabajan. Un placer para la vista.En DolceCity Barcelona: Cooler
