En una de mis salidas nocturnas por mi queridísimo Raval me topé con el recién estrenado Hotel Barceló Raval en todo su esplendor, y tonta de mí, me hizo especial ilusión, como una madre orgullosa que ve que a su retoño le han salido los primeros dientes. Y es que los que frecuentamos la zona hemos visto cómo éste ha ido creciendo, desde que era un simple solar polvoriento hasta sus primeros pasos como incipiente edificio de diseño.
Y el pasado 24 de septiembre, aprovechando la celebración de la fiesta de la Mercè, el Barceló Raval abrió las puertas de sus 186 habitaciones dobles y cuatro suites de cuatro estrellas.
Uno de sus grandes atractivos es su enclave: en pleno Raval, uno de los barrios con más vida cultural y lúdica de Barcelona, a un tiro de piedra del MACBA, del CCCB, del Barrio Gótico... puedes llegar caminando, en metro o autobús a cualquier rincón con encanto de la ciudad.

Pero
seguro que también te hipnotizará su singular estructura oval y su interiorismo vanguardista, con un pretendido toque pop que a mí particularmente me subyuga. Por no hablar de sus servicios,
la terraza 360° con impresionantes vistas, solárium y piscina; habitaciones con todas las comodidades modernas (cargador de iPod, cafetera Nespresso, original minibar…), gimnasio, acceso a minusválidos, pet friendly…Vamos, que me gustaría ser una guiri con mucho dinero para poder hospedarme en él. Siempre me quedará el
B Lounge, el espacio donde ofrece tapas y una amplia carta de cócteles abierto a los clientes del hotel y a todo aquel que se quiera acercar.
En DolceCity Barcelona: Hotel Barceló Raval