Empieza a hacer fresquito. Apetece calzarse las botas de tacón, el minivestido, las medias gruesas y la cazadora de turno. Aún así, lo que algun@s deseamos de verdad es una
renovación de vestuario, tener la posibilidad de lucir como uno de los maniquíes de los destellantes escaparates de la ciudad.
Tendencias y más tendencias.
Básicos que deberás desenterrar de tu armario para que vean la luz y prendas de último grito que probablemente no sobrevivirán más que un par de temporadas. Así es el cruel mundo de la moda para los bolsillos de cualquier mileurista que se precie.
¿Qué me apetece este otoño? Color. Y tengo la marca apropiada para tal propósito:
Titis.
Moda colorista espontánea y muy fresca que nos presenta: divertidos vestidos globo, camiseros, ajustados o evasé, blusones entallados largos para combinar con leggins o medias oscuras, faldas ligeramente evasé con grafismos sorprendentes, camisetas con anchas mangas y escotes de vértigo, chaquetas con ilustraciones algo infantiles y una colección de foulars llenos de color y de
creativos grafismos con los que no pasar nunca desapercibido.
Una moda que, personalmente, me trae de vuelta la ambientación de la
película franco-alemana Amelie (fantástica Audrey Tatou antes de El Código Da Vinci) o, tal vez en el intento de buscar una referencia más reciente, mi mente me recrea los escenarios de la novedosa serie americana
Pushing Daisies. Color, color y más color.
En la línea de lo que separa lo esencialmente
cool de la versión más
kitsch de las cosas. Y lo disfruto.
Titis de venta en
Festuk