
Cantante, guitarrista y compositora, esta estadounidense que creció entre Brookllin, Califonia del Sur y Paris, empezó precisamente en la capital francesa su carrera musical. Enamorada de los músicos callejeros del barrio latino de esa ciudad, a los quince años se unió a ellos para ofrecer su voz y de ellos aprendió el instrumento, la guitarra. Más tarde se unió a la Lost Wandering Blues & Jazz Band, con la que giró por toda Europa y se acercó a los clásicos del género. Al regresar a los Estados Unidos, a sus 23 años, su sorprendente primer álbum, Dreamland, la lanzó de golpe a la fama. Ayudó también el hecho que a partir de ese momento desapareció de la palestra durante casi ocho años hasta que regresó con su segunda propuesta, Dreamland, la del millón de copias vendidas. Dos años más tarde sacaría un nuevo trabajo, el que sigue girando todavía hoy, con el público ganado de antemano.
La crítica especializada, en general, nunca se ha mostrado especialmente entusiasmada con ella. Comparada con la grandiosa Billie Holiday, por las similitudes entre sus voces y formas de cantar, a menudo se le ha criticado por su falta de pasión y desgarro a la hora de cantar, y por sus dotes escénicas, poco sobresalientes, que han generado comentarios negativos. Aún así, la mayoría coincide en considerarla uno de los mayores prodigios vocales del jazz actual.
Madeleine Peyroux en Palau de la Música
11 de julio de 2008
Entradas: De 18 a 48 €.