
En su proyecto Guantanamo Museum, Framis parte casi de la certeza de que la prisión de Guantánamo será pronto clausurada e inexorablemente se convertirá en un museo, tal como sucedió con Auschwitz, ya que vivimos en una sociedad que necesita museizarlo todo y cual rey Midas transforma el horror que toca en souvenir turístico. La artista no juzga ni categoriza, sino que nos dispone ante las dos alternativas: el horror erigido en otro artículo de consumo más, pero también como la única vía posible para que la frágil memoria humana no lo arrincone.
El posible museo para Guantánamo que propone Framis se centra en el factor humano, en un homenaje a los presos que han pasado y aún están en esa prisión. Un ejemplo de ello es Guantanamo Museum: The List, un memorial en el que 274 de motos cortados nos recuerdan la desprotección y el atentado a la integridad que han vivido los prisioneros mientras se van recitando los nombres de los presos.

Paralelamente, durante el mes de septiembre, la exposición se complementará con un ciclo de cine, La guerra en directo: cine y guerra, que se proyectará las tardes de los martes de manera gratuita, y que constará de tres películas sobre la invasión de Irak no estrenadas en nuestro país: Ahlaam (Sueños), Al descubierto: Guerra en Irak y About Bagdag.
Alicia Framis: Guantanamo Museum
Hasta el 28 de septiembre de 2008
CASM. Centre d'Art Santa Mònica