
Caprichosilla como soy yo (ya ni siquiera me molesto en disimularlo) el espacio me llenaba de júbilo, allí podía desmelenarme con confianza, sin estar pendiente de qué pensará la dependienta cuando vea que me pruebo todos y cada uno de los pendientes de la tienda.

No hay más que ver su colección de zapatos, bolsos, cinturones, sombreros y tocados de ceremonia para caer en la cuenta de que todos y cada uno de los productos comparten un estilo y una calidad única.
Personalmente me parece notoria su colección de bisutería: original, romántica, fashion, retro o barroca, pero siempre elegante y sutil. Y no os perdáis de ninguna de las maneras su línea de baño: bikinis y bañadores que hace que una se sienta realmente sexy.
En DolceCity Barcelona: Chesco