Viernes, 18 Abril 2008

Las Fernández, cocina de mercado y el Bierzo en el Raval

por María Padín
Mi extraña relación con las palabras me lleva a escoger libros sólo por el título, a repetir incansablemente una frase de una canción, a crear eslóganes chorras o a entrar en un restaurante únicamente por el nombre, entre otras manías no persecutorias. Y esto fue lo que me impulso a probar Las Fernández, un pequeño restaurante en el corazón del Raval.

En mi lógica interpretación del mundo era una señal que este establecimiento se llamara así, como mi hermana y yo somos Las Padín para la parte de la humanidad que nos conoce. Y mi primera corazonada se vio refrendada por el hecho de que éste estuviera regentado por tres hermanas (con lo que me funcionan a mí las trilogías fraternales) llegadas desde el Bierzo dispuestas a proporcionar buen yantar a los barceloneses.

Y es que se come estupendamente en este coqueto restaurante teñido de rojo. Las poquitas mesas, el mobiliario reciclado, la profusión de color y el trato afable de los camareros te hacen sentirte en un ambiente cálido y reconfortante que predispone a saborear la deliciosa comida que sirven. En la carta, cocina mediterránea y platos del Bierzo, pero déjate aconsejar también por el camarero cuando se siente en tu mesa para cantarte los platos del día.

Todavía me relamo al pensar en las Papas don’t preach (unas pataticas al horno con aceite y albahaca de rechupete), en el pastel de verduras de Las Fernández o en el plato ravalejo del día: pollo marinado con noddles, para quitarse el sombrero. Los postres están también de aúpa, así que no te los pierdas. Además, puedes disfrutar de una buena cena por un precio razonable y altas horas de la noche, pues el segundo turno de reserva es a las 23:20h.

DolceCity Barcelona: Las Fernández

Las Fernández ( ver plano )

Carrer de les Carretes 11
Tel: 934432043
Web: www.lasfernandez.com

Se come estupendamente en este coqueto restaurante teñido de rojo. Las poquitas mesas, el mobiliario reciclado, la profusión de color y el trato afable de los camareros te hacen sentirte en un ambiente cálido y reconfortante.