
En mi lógica interpretación del mundo era una señal que este establecimiento se llamara así, como mi hermana y yo somos Las Padín para la parte de la humanidad que nos conoce. Y mi primera corazonada se vio refrendada por el hecho de que éste estuviera regentado por tres hermanas (con lo que me funcionan a mí las trilogías fraternales) llegadas desde el Bierzo dispuestas a proporcionar buen yantar a los barceloneses.

Todavía me relamo al pensar en las Papas don’t preach (unas pataticas al horno con aceite y albahaca de rechupete), en el pastel de verduras de Las Fernández o en el plato ravalejo del día: pollo marinado con noddles, para quitarse el sombrero. Los postres están también de aúpa, así que no te los pierdas. Además, puedes disfrutar de una buena cena por un precio razonable y altas horas de la noche, pues el segundo turno de reserva es a las 23:20h.
DolceCity Barcelona: Las Fernández