
Sin embargo, tal vez el Boris Gudonov que presentan el 17 de abril en el Teatre Nacional de Catalunya me haga cambiar de idea. Y es que se instalan en la Sala Gran del teatro público para mostrarnos su versión de todo un clásico de la literatura rusa firmado por Alexander Puixkin en un espacio que, en principio, no permite esas correrías y descontrol de la obra que yo vi de jovencita. Según dice el folleto informativo, el dramaturgo David Plana ha querido ir un paso más allá que el texto original y ha querido hablar de una de las grandes amenazas del siglo XXI: el terrorismo. Y para ello ha transformado esa reflexión política de Puixkin sobre la ambición sin límites en una vivencia de lo que supone la amenaza terrorista.
Aseguran que el público experimentará esa terrorífica sensación en su propia piel. Pero, ¿cómo? No me lo puedo imaginar, pero seguro que La Fura sabe sorprendernos. Y es que, realmente, para saber en que consisten sus espectáculos, no hay otra forma que verlos en persona. Que te lo cuenten, no es lo mismo.
Boris Gudonov en el Teatre Nacional de Catalunya
Del 17 de abril al 11 de mayo de 2008
Entradas: De 15 a 24 euros