Calixto Bieito y el dramaturgo Pau Miró toman de referencia la tragedia clásica Los persas, de Esquilo, para hablararnos del sinsentido de la guerra. Una adaptación que, como el texto original, trata de las consecuencias nefastas de un conflicto bélico en personas con nombre y apellido, pues no se trata de un alegato pacifista al uso, sino tan solo de un canto, de un requiem, por un guerra perdida, por un soldado muerto en Irak, en Afganistan, en Kosovo...
Y es que la intención primigenia del montaje es trasladar esta obra clásica al público español de ahora y, por ello, se sirven de la realidad, donde militares españoles han sido enviados a distintos frentes repartidos por el mundo en nombre de la “guerra justa”. Esto les sirve también para abordar el dilema de este tipo de conflictos, porque ¿existen realmente las guerras justas? Nos lo plantearemos mientras observamos a Xerxes, una mujer soldado enviada a Afganistán en una misión de paz, que se encuentra con todo el horror de la guerra. Y a su padre Darius, un hombre pacifista que teme por la vida de Xerxes.
Aquí no hay coro como en las tragedias griegas, pero sí hay música.
El resto de soldados que acompañan a la protagonista interpretan un concierto de rock, con música en directo, en que aparecen temas como Cry baby, de Janis Joplin, y The Wall, de Pink Floyd, en lo que es una reflexión sobre la guerra y un canto a favor de la paz.
Los Persas. Requiem por un soldado en el
teatro RomeaDel 15 de marzo al 13 de abril de 2008Entradas: De 21 a 27 euros