Tras la resaca navideña, el cansancio acumulado (¿vacaciones? ¿quién dice que no necesitemos después unos días de descanso para recuperarnos de tantas reuniones familiares?) y la gran cantidad de enseres y “objetillos” varios que dejaron los Reyes Magos y ahora se abren paso en cada rincón del hogar solicitando su espacio propio, llega el momento de reflexión. Un momento ansiado en el que repaso cuáles son los “descubrimientos” que he hecho entre comidas familiares.

Y es que tras cada uno de los regalos que se desenvuelven con fruición y anhelo, puede hallarse el próximo objeto que añadirás a tu lista de imprescindibles. Como ese fantástico regalo que le hizo a mi prima su marido: un pulsera de
Pandora Jewelry, joyas que puedes ir diseñando a través de los años,
brazaletes que “te decoran” de la manera más personal que existe: escogiendo cada una de las piezas que compondrán la pulsera soñada.

Tuyo es el trabajo de escoger cada uno de los
abalorios entre un sinfín de posibilidades de plata, cristal de murano, oro de 14 kilates, así como combinados de oro, plata, gemas y piedras preciosas. Las figuras de plata son espectaculares:
frutas, letras, llaves, cruces, corazones, chochecitos, dinosaurios, mariquitas, peces, puercoespines, tortugas, capiteles, símbolos japoneses, ositos, tréboles, perritos, ranas, cerditos, angelitos... ¿lo más inverosímil? Lo encontrarás.
Lo mejor del caso es que puedes construir
una pulsera con “cuentas” que rememoren momentos importantes en tu vida desde que la compraste.
¿Quieres colgarte una figurita con un teléfono móvil, una taza de té o una maleta? Elegante y muy original.
Rubí Basic en L’Illa Diagonal