
Son lo más. Vaya donde vaya siempre coincido con un
reloj Nomon. En Vinçon, en Disint, en Xavier Cruz, en Riera, en La Garriga Verda... todos tienen al menos un modelo de Nomon. Y tampoco me hace falta ir muy lejos porque en mi comedor tengo instalado el más común de ellos, el
OJ.
Fabricado en plástico y disponible en plata, gris, rojo, azul, negro, azul turquesa, terracota, rosa, mandarina y marfil. Ocupa un diámetro de 80 cm y tiene maquinaria alemana.
Lo mejor de todo es lo fácil que resulta colocarlo y hacer que funcione. Sólo tienes que pegarlo sobre una superficie lisa y... ¡listo! Ya tienes un moderno y vanguardista reloj en el que da gusto saber qué hora es.
El diseñador de los relojes Nomon es
José María Reina, un diseñador transgresor en las formas y en los materiales elegidos para recrear sus relojes.
Por ejemplo, en el diseño de otro de sus relojes, el Singular, usa el acero, la madera y la laca para dar vida a un reloj mucho más sofisticado y con muchas posibilidades de combinación entre las agujas y los punteros. Con el añadido de contar con una
línea de diseño especial a la que no puedo definir con otra palabra que no sea espectacular.

Además,
siempre tienes la opción de ser algo más creativo (si cabe) y diseñarte tu propio reloj a partir de un reloj Nomon. El mío, por ejemplo, tiene la estructura de las agujas de OJ, con la particularidad de que he sustituido los puntos por 4 figuras pintadas a mano en los 4 puntos principales del reloj. Y que nadie me pregunte de dónde saqué la idea básica porque no tengo ni idea, seguro que recreé algo que se había formado en mi cabeza a través de mis múltiples contactos con el mundo del interiorismo.
Nomon en Vinçon