
En sus privados se concentra la creme de la crema barcelonesa. Habituales los grupos de maduritos con más de una jovencita acompañados de exclusivas botellas de Mopët Chandon y vodkas selectos, pero sobre todo grupos de jóvenes (25 – 30 años) en busca de diversión.
En la pista de baile los niños bien de la ciudad también se manejan como nadie bajo los ritmos house y las canciones del momento de DJ’s como Bob Sinclair, David Guetta o Roger Sanchez. Los más atrevidos disponen de un par de tarimas donde dejarse llevar por la música o, como suele ser lo más habitual, definir posiciones de cara al objetivo (u objetivos) de la noche.
Las copas, algo caras ( a partir de 10€) como el ambiente y la decoración no defraudarán a los más exigentes y amantes de lo exclusivo. Mientras que los fumadores encontrarán su lugar en la sala de música R&B ubicada en la entrada, el único punto de Sutton en el que se puede fumar, lo que significa salir de ahí con un rastro de tabaco que te acompañará toda la noche…
Pero si hablamos de Sutton no nos podemos olvidar de sus lavabos. Eso sí que es una lavabo en condiciones y al nivel de la clientela. Yo personalmente, que de la taquilla voy directa al baño, los adoro. Cuentan con varios tocadores ideales para corregir esas “imperfecciones” que van apareciendo a medida que avanza la noche y unos sofás más que cómodos donde reponerse del dolor de “pies entaconados”. Otro dato a tener en cuenta: continuamente reponen el papel en los WC.
Ahora, con el verano su clientela desciende considerablemente porque se desplazan a otros puntos, especialmente de la Costa Brava y las Baleares. Sin embargo, de cara a la vuelta de las vacaciones promete ser un perfecto antídoto contra la depresión post-vacacional. ¿Te lo vas a perder?
En DolceCity Barcelona: The Sutton Club