
Si llevan 80 años en el negocio de la marroquinería no es por casualidad y, por eso, aquí mandan los materiales nobles y los acabados perfectos, lo que hace que consigan hacer unos bolsos que son para toda la vida (o casi).
Todas sus colecciones tienen modelos en distinas versiones, ya sea por diferentes tamaños, colores o pieles, y la elección no resulta fácil. Yo de esta colección de verano, me quedo con el Giselle (en la imagen), muy chic pero funcional, pues sus dimensiones permiten llevar algo más que el monedero y el móvil. Y es que el tamaño es algo que en Furla han estudiado, pues, se trate del modelo que se trate, siempre resultan prácticos.
Desde hace un tiempo han diversificado su oferta y también ofrecen complementos, como bisutería, gafas de sol o zapatos; a parte de una línea dedicada a los hombres.Aunque yo, sin duda, me quedo con sus bolsos, ¡una maravilla!
En DolceCity Barcelona: Furla