
El otro día me topé con Nuria Roca saliendo de Replay. Se había comprado unos
jeans y salía de la tienda como un niño con zapatos nuevos. Creo que yo nunca me he comprado nada en esta tienda, a pesar de que entro a menudo. Me resulta un espacio increíble,
una auténtica construcción de imagen de marca en el corazón modernista de Barcelona.
No me hago a la idea de los metros cuadrados que puede tener esta tienda. La magnitud del espacio, sin embargo, es lo menos importante. Cuando cruzas el umbral de la puerta encuentras ante ti una enorme escalinata de mármol que conduce a las áreas de oficinas y del
showroom de Replay. Inevitable pararse frente a la gran fuente de agua que preside el
hall y te da la bienvenida bajo el enorme tragaluz. La fuente, muy a su pesar, hace también de
reposa traseros de maridos y novios impacientes, que no ven llegar la hora de que sus respectivas salgan de la tienda.

Este
flagship de Replay, ubicado en la zona más
fashion de Barcelona, es la
conjugación perfecta entre moda y arquitectura. Un espacio del que quedas absorto y con el síndrome de la
boca abierta, tanto por sus colecciones, sobretodo de
denim, como por su puesta en escena. Creo que ha llegado un punto en que la ropa me da igual, entro sin más y me dejo llevar por una arquitectura que merece la pena contemplar y por una mezcla de sensaciones que, sin mucho esfuerzo, me harían salir como Nuria Roca, con los
jeans bajo el brazo.
En DolceCity Barcelona: Replay