
Para mi, El Borne es de esos barrios que te atrapan y te hacen sentir libre en una ciudad caótica e hiperactiva como es Barcelona. Ubicado en pleno centro, pero alejado de todas las masas, ofrece una amplia oferta de tiendas, talleres, bares y restaurantes en los que perderte y descubrir una Barcelona diferente, cosmopolita e internacional pero que no renuncia a la tradición que siempre la han caracterizado.
Es por esto que la mayoría de negocios han mantenido su estructura original y han sacado a la luz antiguas y robustas vigas de madera, paredes de piedra y suelos de baldosa con atractivos diseños florales y geométricos. Además, cuenta con una de las iglesias más impresionantes de la ciudad como es la Iglesia de Santa Maria del Mar y un mercado de reciente restauración bajo el que se encontraron restos romanos. Por si fuera poco, en la medieval calle Montcada y sus alrededores se encuentran diversos museos y galerías de gran interés como el Museo Picasso, el Textil, el Museu de la Xocolata o la Sala Iguapop.